Noticias

Blázquez Asociados - Expertos en auditoría en Murcia

Día de la mujer trabajadora

 

El 8 de Marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer “8 M”. En esta fecha recordamos la lucha constante de la mujer, desde los inicios de la sociedad humana hasta la actualidad a favor de la igualdad de condiciones entre sexos. Esta fecha no es un día festivo debido a su origen y los hechos que conmemora, es un día para recordar y reflexionar sobre la igualdad de todas las mujeres en la sociedad.

En España, durante la Segunda República Española en 1933 la mujer tuvo derecho a votar por primera vez en la historia de nuestro país. En 1978 se aprueba la Constitución Española que en su artículo 14 equipara la igualdad del hombre y la mujer ante la ley.

Una de las claves en la lucha por la igualdad fue la introducción de la mujer al mercado laboral. Aunque esta transición no está del todo pulida, ya que actualmente, en cuestión de derechos laborales, o ya simplemente en el trato diario durante la jornada laboral, existen muchas desigualdades y factores que en definitiva son baches con los que los hombres no tienen que lidiar y las mujeres si.

Desde un punto de vista cultural, aún se tiene la percepción que es ella quien debe, por ejemplo, hacerse cargo del hijo cuando éste está enfermo o tiene algún problema o quien debe de abandonar el lugar de trabajo ante cualquier dificultad familiar. Además, hay quien ve con desagrado el hecho que después del embarazo deben de estar un tiempo sin trabajar. Estas creencias chocan frontalmente con la realidad.

Las mujeres representan la mitad de la fuerza de trabajo existente en un país. Por lo tanto, en caso de no aprovecharla de la misma forma que se tiene en cuenta la de los hombres, se pierde una parte muy importante de capital humano que podría aportar mucho valor al conjunto de la sociedad.

Existe encasillamiento a un determinado tipo de trabajos, aún, a nivel social, se considera que hay unos determinados trabajos para hombres y otros para mujeres. Esta división provoca que las mujeres tengan muy difícil el acceso a determinados puestos por los cuales están perfectamente capacitadas. Es decir, ante una situación de igual experiencia o habilidad, se acostumbra a escoger antes a un hombre que a una mujer.  

La influencia de la maternidad en el mercado laboral es otro aspecto a mejorar. Y es que el hecho de estar embarazadas supone que deben perderse unos meses de trabajo. Ahora bien, no debe considerarse el periodo de maternidad como una “pérdida”. Primero, porque desde un punto social es una función básica para el desarrollo general de una persona. Segundo, porque tampoco se trata de un periodo de tiempo insalvable y es posible repartir entre los miembros de la compañía aquellas tareas que desempeñaba antes (en caso de no poder o querer contratar a alguna persona temporalmente). Esto provoca que las mujeres tengan más trabajos temporales que los hombres y de una duración menor. Al creer que estarán menos tiempo en la compañía, también, se les barre el acceso a formación, de forma que no tienen tantas oportunidades para desarrollarse.

Otro hecho que demuestra esta desigualdad en el mercado laboral es que la mayoría de puestos directivos los ocupan hombres. En el fondo, no deja de ser una consecuencia final de todo lo expuesto hasta ahora: la suma de la percepción que deben atender asuntos fuera de la compañía sumado a las menores posibilidades de formación, desemboca en que no tengan la posibilidad de escalar dentro de la empresa. Se pierde, pues, un enfoque distinto de percibir las cosas y de afrontar las dificultades de alto valor.

Si bien, se ha conseguido mucho en la protesta por la igualdad aún nos queda mucho recorrido por hacer, hasta que todas las mujeres estén en igualdad de condiciones en su plenitud, la lucha no cesará.

 

blázquezASOCIADOS Fiscal

Santi Alacid